Los terrarios son un hábitat excelente para mantener a las tortugas terrestres como mascotas. Sin embargo, para asegurar el bienestar y la salud de estas adorables criaturas, es esencial que el terrario cuente con ciertas condiciones específicas.
En primer lugar, el tamaño del terrario debe ser lo suficientemente grande para permitir que la tortuga se mueva libremente. Una regla general es que el tamaño del terrario debe ser al menos cuatro veces el tamaño de la tortuga adulta. Además, es importante proporcionar un sustrato adecuado para que la tortuga pueda excavar y enterrar sus patas. Esto puede ser una mezcla de tierra y arena.
Además, es importante mantener una temperatura adecuada para la tortuga, que debe oscilar entre los 27 y los 32 grados Celsius.
Por último, es importante que el terrario tenga acceso a la luz del sol o a una fuente de luz artificial adecuada. Las tortugas necesitan luz ultravioleta para sintetizar la vitamina D3, lo que es esencial para su salud y bienestar. La luz debe estar encendida durante 10 a 12 horas al día para asegurar que la tortuga reciba suficiente luz.